lunes, 14 de abril de 2025

¿Determinismo o libre albedrío?


 Te has preguntado alguna vez, ¿que es un ser humano y si somos o no responsables por lo que ocurre día a día en el mundo? ¿O, acaso es que estamos colgados de un hilo que decide por nosotros siendo todo determinado de antemano?

Al escudriñar la Biblia, nos damos cuenta que desde el momento de la creación, se nos fueron dando las pistas o claves de lo que debiéramos hacer. El trabajar, ser productivos, lograr cosas y disfrutar de lo que hemos logrado viene siendo en síntesis lo que vimos que Dios hizo. 

Él,  estuvo trabajando en la creación y al descansar se recreó de su obra. Sin embargo, esto no quiere decir que ya había cesado de trabajar.  Solo fue una pausa para disfrutar y recrearse del trabajo realizado. 

Y mas aún, nos alerta a hacer todo lo que hagamos bien y conscientes  de que todo sea para el Señor Jesús y no precisamente dirigido a los hombres. Colosenses  3:23 “Todo cuanto hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.”

Esto  nos lleva a preguntarnos: ¿estamos determinados y cuando Dios lo desee nos puede llevar o, estará relacionado con el libre albedrío?  Volviendo a ese preciso momento de la creación del ser humano El, le dio la libertad de escoger que debía hacer. En otras palabras, mientras le fue explicando lo que fue creando, le advirtió lo que pasaría si no seguía las instrucciones, en otras palabras lo responsabilizó. Le dio esa capacidad de raciocinio. 

Y lo que escogieron ese hombre y esa mujer creados por Dios fue precisamente desobedecer y esto, como sabemos tuvo consecuencias nefastas para toda la humanidad.  Si Dios fuese determinista no hubiese dado esa opción, pudimos haber hecho otra cosa  ya que ellos tenían la opción de escoger obedecer y otro hubiese sido el resultado. 

Pero, ¿como es Dios realmente? ¿Te lo has preguntado alguna vez? En Juan 3:16 nos dice que y cito: “Porque amó tanto al mundo, dio a su hijo unigénito, para que todo el que crea en el no perezca, sino que tenga vida eterna”. Ósea que esa es la clave y el modelo a seguir.  El, envío a su hijo a redimirnos y a mostrarnos el camino. 

En ese preciso momento de darles la opción de escoger obedecer o no,  se habría establecido nuestra verdadera naturaleza. De ahi, la necesidad de enviar a su hijo como modelo.

Si escogemos lo que vamos a hacer,  somos responsables de dichas decisiones y por ende, de su resultado. Es fácil o liviano decir que esto pasó porque así tenia que pasar sin evaluar bien que responsabilidad tuvo ese ser humano directamente  o, como consecuencia de las decisiones tomadas por otros en generaciones anteriores. 

En otras palabras, debemos replantearnos cómo interpretamos  un árbol genealógico. En realidad debiésemos mirarlo desde otra perspectiva, no limitado a quien fue nuestro antepasado, sino cómo era, qué pensaba, qué hacia y en qué creía. 

En el momento en el cual, Dios le dió la libertad al hombre de ponerle nombre a los animales que creó,  le presentó una oportunidad y un reto dirigido a utilizar su inteligencia. 

La clave es realmente estar conectados a Dios y conocerle realmente para de esa forma tener discernimiento de lo que deberíamos decidir en el momento preciso. No somos los creadores sino los creados. No creamos lo que tenemos a nuestra disposición sino que se nos entregó y hasta se nos ofreció con instrucciones que nos son reveladas de muchas formas.  Primero  en forma directa cuando creó a Adán y a Eva y que queda plasmado en la Biblia. Y es que no se limitó a dar direcciones directas sino que al enviarnos a su hijo, nos ofreció un modelo a seguir invitándonos a ser como el. En esa palabra escrita, nos deja entrever como piensa y lo que espera de nosotros. Más aún, la comunión con Dios mediante la oración y presencia continua nos puede ayudar a comprenderle aún mas. 

Hasta aquí vemos en cierta forma un mapa sin embargo, en una u otra ocasión muchos nos hemos preguntado el porqué ocurren catástrofes o accidentes en los cuales mueren tantos inocentes. Buscando respuestas muchos  responsabilizan a Dios y algunos hasta le reclaman. Sin embargo, hay varios factores que inciden para que el resultado no sea el mejor. No debemos, en nuestro raciocinio tomarlo a la ligera o en forma simplista.

En las catástrofes, por ejemplo pueden incidir el que sea debido a desastres naturales como terremotos, huracanes, etc. e implica fuerzas naturales que son independientemente del ser humano. Aunque aún así  no debemos deshacernos de toda responsabilidad ya que la deforestación, contaminación y en fin malas decisiones van causando cambios y deterioro en nuestro entorno.

Por otro lado, los accidentes  dependen de muchos factores  tales como: ubicación, magnitud del impacto, dispositivos de seguridad que se estén o hayan utilizado, la condición física de las personas involucradas o medios de transporte, el que llegue la respuesta de ayuda, equivocaciones, un equipo que no estaba en el lugar preciso, un exceso de poder, una decisión equivocada, etc. 

Entre tanto y entre medio está el poder de la oración, en todo momento hay alguien orando por algo o alguien en el mundo y esto puede incidir en ese efecto también. 

Estás posiciones  que hasta ahora he planteado defienden la postura del libre albedrío, que viene a ser la postura del cristianismo sin embargo, existen otras perspectivas y es que si sabemos que Dios es omnisciente  ya conoce de antemano todo lo que es y lo que será, algunos  pueden interpretarlo  como que Dios es la causa de todo lo que ocurra. Afirmando que estamos a su merced. 

Sin embargo y según hemos planteado, el libre albedrío no es una libertad total ya que existe la causa y el efecto  y los resultados pueden ser debido a las decisiones que se hayan tomado.

Existe una realidad y es que Dios creó al hombre y a todas sus criaturas y,  le otorgó  un intelecto para que tomara decisiones. Por otro lado,  le regaló un modelo a seguir: Jesús. Y además dejó plasmada su doctrina en la Biblia. Nos enseñó a orar y nos invitó a seguirle y pedirle lo que necesitáramos. Entonces, ¿que mas necesitamos? Existen varias formas de llegar a Él y seguir el camino correcto. 

Como si esto fuese poco (la Virgen Santa y su Rosario, los Santos, las tantas devociones, nuestro Angel Custodio y mucho mas). Además, si observamos detenidamente a sus criaturas vivas,  descubriríamos claves de cómo y qué debemos hacer. Los animales y las plantas, hacen lo que le corresponde sin cuestionar si lo deben hacer o no. Ellos al no tener libre albedrío nos muestran lo correcto. 

Si observásemos con detenimiento la creación, veríamos cualidades de ese Dios (creatividad en paisajes, preciosura, perfección en la función del cuerpo y en el sistema vascular de las plantas, su sentido del humor cuando lo vemos plasmado en  la interacción de unos animales al jugar unos con otros y muchas más). 

En fin, el libre albedrío puede ayudarnos si lo utilizamos sabiamente o,  limitarnos destruyendo paso a paso, lo que nos fue entregado con amor.

Nos toca responsabilizarnos y realmente escudriñarnos para saber si realmente estamos haciendo lo correcto o, si por el contrario, estamos provocando destrucción tanto a nosotros o, a generaciones futuras. 

Es fácil culpar a otros…a todos menos a nosotros mismos. Sin embargo,  ya debemos dejarnos de “niñerías espirituales” y ser adultos,  responsabilizándonos de nuestras decisiones y descubriendo cual es nuestro propósito en nuestro planeta Tierra. 

¿Que tu piensas realmente: consideras que todo está determinado de antemano o que debiésemos utilizar nuestro raciocinio para tomar decisiones inteligentes?

Aunque debemos ser responsables de nuestras decisiones al proceder, esto no significa que cada vez que nos ocurra algo o, nos enfermemos es culpa de nosotros. Sí te das cuenta, esto no es precisamente lo que está aquí planteado. Es porque las malas decisiones de otros con intención o no, a la corta o a la larga perjudican a alguien mas, es por ello que dentro de nuestras circunstancias no seamos impulsivos sino que meditemos y evaluemos la situación para tomar la decisión corrrecta, Es que como mencioné anteriormente, pueden que hoy, en tu presente, se manifiesten decisiones tomadas por otros hace muchos años atrás.  

¿Que podemos hacer entonces, porque ¿pensarás que eso no es responsabilidad tuya y que Dios lo está permitiendo? Una de las cosas es la oración, tu comunicación con El para que intervenga. Obviamente El respeta el libre albedrío y muchas veces no tenemos todos los elementos para juzgar y comprender una situación, El si las tiene y si no interviene existe una razón justa para ello aunque ante nuestros ojos no nos parezca así.  Sin embargo, es misericordioso y escucha los corazones. 

Como te darás cuenta aunque y porque existe el libre albedrío existen circunstancias en las cuales no tenemos el control sin embargo, para que otros no experimenten esa impotencia de no poder cambiar algo, haz otra cosa además de la oración: evalúa lo que tu tienes que decidir y hazlo a conciencia,  no solamente pienses  en ti y en los tuyos sino en los demás. Tus decisiones y tus acciones afectan mas de lo que te imaginas. Por otro lado, acércate a Dios y pídele que cubra a todos los que tu conozcas y que no sean afectados por decisiones incorrectas de otros al momento de ejercer su libre albedrío. 

Y no solamente le pidas protección sino que ilumine a los que tienen que tomar decisiones en general; tanto las de los grandes lideres y gobernantes del mundo como las que tomamos momento a momento en nuestra cotidianidad.  

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